Mecanismos básicos de crecimiento y reparación celular de las raíces

Mecanismos básicos de crecimiento y reparación celular de las raíces

Científicos españoles descubren mecanismos básicos de crecimiento y reparación celular de las raíces

 
Dos estudios recientes describen el funcionamiento de la biología de las raíces, conocimiento clave para saber de qué forma las plantas sufren o se adaptan a condiciones ambientales adversas. Uno de los estudios, publicado en la revista Molecular Systems Biology, explica el proceso por el que las células dejan de crecer para pasar a diferenciarse. El segundo, publicado en Journal of Cell Science, describe la capacidad de reparación celular de las plantas después de ser dañadas. El primer trabajo es el resultado de las investigaciones realizadas entre el equipo de la bióloga molecular Ana Caño Delgado, investigadora del CSIC en el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), y la física Marta Ibañes, del Departamento de Física de la Materia Condensada y del Instituto de Investigación en Sistemas Complejos de la Universidad de Barcelona (UBICS). El segundo es un estudio del mismo equipo del CRAG. El primer estudio partió de tres hipótesis para explicar cómo las células saben que deben dejar de crecer: porque ha pasado un tiempo determinado desde que se dividieron, porque detectan en qué posición se encuentran en la raíz, o bien porque las células son capaces de detectar qué tamaño tienen. Para aclarar la hipótesis correcta, Irina Pavelescu, primer autor del estudio, creó tres modelos de crecimiento de raíz analítico y computacional. La conclusión principal de este estudio es que las células de la raíz saben de alguna manera que han llegado al tamaño correcto y así dejan de crecer y finalizan su diferenciación. Por tanto, es en función de su tamaño que dejan de crecer El segundo estudio descubrió más detalles sobre el crecimiento de la raíz y la capacidad de reparación celular después de un daño. El estudio informa que cuando las células madre de la raíz mueren a causa de un estrés genómico, se envía una señal de hormonas esteroideas a las células madre reservorio para que estas se empiecen a dividir y puedan reemplazar a las células madre dañadas. De este modo se mantiene el crecimiento de la raíz, y con él la vida de la planta. Los trabajos han contado con la financiación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO), la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) y el Consejo Europeo de Investigación (ERC), así como del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la Generalitat de Cataluña. [FUENTE: Universidad de Barcelona] via http://fundacion-antama.org